De esta manera, Macri confirmó que él será el candidato del PRO en las elecciones de julio en la Ciudad de Buenos Aires, y no Horacio Rodríguez Larreta o Gabriela Michetti, como se planeaba originalmente.
"Tomé una decisión de vida: quiero ser un instrumento concreto al servicio de la unidad nacional", anunció el ex-precandidato presidencial. Y añadió: "En esto que estamos haciendo estamos poniendo muchísimo amor".
Respecto de su frustrada intención de llegar a la presidencia sólo expresó: "El mejor aporte que puedo hacer para la Argentina es desde la Ciudad". Pero, aunque no brindó definciones, anticipó: "El PRO va a trabajar desde acá y va a tener una propuesta en octubre a nivel nacional".
El candidato se mostró distendido, en un escenario similar al que usó para festejar cuando asumió en la Ciudad, pero en el que el tradicional color amarillo de su partido estuvo salpicado por globos azules, verdes y rojos, con los que jugó durante su discurso.
Al final, Macri ensayó algunos pasos de baile al ritmo de "No me arrepiento de este amor", de Gilda, y luego invitó al escenario a Juliana Awada, su flamante mujer y madre de su próximo hijo, a quien le dio un beso de varios segundos.
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