Esta mañana fue Marcela, quien al ver periodistas y fotógrafos en guardia frente al colegio al cual asiste su nieta Ámbar (hija de su hija Juana, hoy en el ojo de la tormenta por su affaire con Martín Lousteau), no dudó en insultar a mansalva rindiendo homenaje a las madres de varios. Luego, ya dentro de su auto, sacó a relucir el dedito del medio que tanto anillo Tiffany habrá vestido para no ser menos que el anular, y se fue rauda tras dejar a la pequeña en el cole.
Pero debía regresar a buscarla, y no iba a volver así nomás, como a la mañana. No señor, lo hizo producida, cambiada y con el dedo en alto, ahora el índice, pidiéndole a los fotógrafos: “Ojo que ahora voy a salir con la nena, no hagan fotos que es una menor, ¿o no lo saben?”. Ante la respuesta afirmativa de una cronista, nuestro fotógrafo le recordó que a la mañana los había insultado de arriba a abajo, cosa que Marcela dijo no recordar.
Evidentemente, con tantos problemas de familia la memoria se debilita, pero por suerte, la nuestra no. Y al ver las imágenes, vino a nuestra mente la famosa foto que tantas tapas nos dio de Juanita, flamante madre primeriza, allá por 2004, saliendo de una playa con el dedito en alto. Y bueno: lo que se hereda no se roba.
Exitoina
Y si......si les gusta el durazno...eheheh...cuidense el ano? no se como era....que se yo!
