Durante su paseo por el Barrio Joven, donde se lleva a cabo la exposición anual de arte en Buenos Aires, Macri se acercó al stand de Miaumiau y fue invitado a meter la cabeza en la instalación del artista Seth Wulsin.
Construida de espejos, la obra crea una “sensación de infinito”, según explicó el galerista Mariano López Seoane. Pero cuando el Jefe de gobierno sacó la cabeza de la obra, uno de los espejos ya estaba roto.
A modo de explicación, Macri aseguró que la obra se rompió cuando él estaba examinándola al mismo tiempo que uno de los cronistas del programa “Caiga quien caiga”, por lo que bien podría haber sido otra cabeza la responsable de la rotura.
“Me quedé lívido y le dije que la obra valía 4 mil dólares”, relató Seoane al diario Clarín. “El me dio la mano y me dijo: ‘La vendiste’”, comentó aliviado.
Jajajaja que bruto Macri, pero...4 lucas?
