Friday, June 25, 2010

El top 10 de las mejores golosinas de Ricardo Fort

Desde que el excéntrico Ricardo Fort irrumpió en los medios para armar escándalos y codearse con modelos y famosos, las ventas de las golosinas que llevan su apellido (mal que le pese a muchos) se incrementaron pavorosamente. La empresa perteneciente a su familia -creada en 1962- es una auténtica creadora de hits golosineros. En su porfolio tienen más de 50 productos. Los que siguen son los 10 favoritos de Planeta JOY.

1. Bocadito Marroc
No se aceptan imitaciones. El clásico de praliné blanco y leche compactado en un cuadradito perfecto cumple sólo si pertenece a la familia Fort. Si lo metés un ratito en la heladera y lo comés bien frío, el sabor se multiplica. Y sale una moneda de un peso, ¡menos que el boleto de colectivo!

2. Chocolatín Jack
Desde finales de los años 60, supo ser LA golosina sorpresa: un chocolate y un juguete para armar (porque antes se armaban) que marcaron la infancia de tres generaciones. Algo opacado por el importado Kinder, hoy resiste gracias a su sabor, a los muñequitos de los Simpsons y al recuerdo nostálgico de padres de otras épocas.

3. Jackeline
Por su nombre, diríamos que es la novia de Jack, el chocolatín, aunque no da con el estilo porque es un bombón para mayores. Ojo cuando vayan a morderlo: aunque no viene ni con licor ni con whisky, en su lugar trae un exquisito dulce de leche líquido que delata cualquier engaño a la dieta.

4. Feeling
Hay una sola razón para explicar el nombre de esta golosina: esta barra de cereal con marroc bañada en chocolate es un sentimiento. Una especie de habanito relleno con el ingrediente estrella de la marca: el marroc. En este caso, en su variedad emulsionada de textura suave y adictiva. Glorioso.

5. Paragüitas
Admitamos que el chocolate de estos chupetines no se destaca por el buen sabor. Ahora, hay que reconocer que los Paragüitas con sus papeles de colores estampados son una idea brillante para seducir a los más chicos, que no se van a fijar tanto en el paladar sino en la experiencia.

6. Dos Corazones
Sólo apto para espíritus empalagosamente románticos. El paquete asegura que se trata de chocolate relleno con leche y aromatizado con vainilla, pero además tienen un toque oculto de esencia de banana. Es rico y muy bizarro. ¿Que otra cosa se puede decir de los papelitos con leyendas románticas que esconde en el interior de su envase?

7. Piratas
Las monedas de Felfortlandia traen cien besos en cinco gramos de chocolate. Así lo aseguran los dos lados del papel aluminio símil oro que puede complicar el intento de abrir el producto si no tenés hechas las uñas o si no tenés paciencia.

8. Mentitas
La versión nacionalizada de los After Eight es una pasta inhalante de menta cubierta de chocolate amargo para ofrecer a las visitas a la hora del café. Son adictivas.

9. Licoritas
Si para muchos chicos las Mentitas fueron el primer acercamiento a los sabores mentolados, entonces la Licoritas se convirtieron, para más de un adolescente, en su primer trago de alcohol. Una bizarra forma de botellita de chocolate amargo crujiente con licor explosivo. Diseñada por algún sujeto alcoholizado en la década del 80, también viene rellena de whisky. A dos pesos la petaquita.

10. Cerealfort
Felfort fue la primera empresa argentina en innovar con este producto. Corrían los años noventa y, de pronto, en los quioscos apareció una nueva golosina de cereales aglomerados en forma de barra con un packaging rojo. Las Cereal Fort se ganaron un espacio en el mercado sin publicidades ni campañas de marketing. Las barras de cereal fueron un invento del mismísimo Ricardo Fort, que las vió en Miami y las desarrolló aquí para adaptarlas al paladar nacional.