Tuesday, May 13, 2008

Denuncia penal

Sospechas de administración fraudulenta del patrimonio estatal. Apunta contra Julio De Vido y los ex ministros Miceli, Peirano y Lousteau.

El proyecto del tren bala va camino a enfrentar la primera demanda penal que apunta contra los principales funcionarios que llevaron adelante el proceso licitatorio y la adjudicación de las obras que ascienden a casi US$ 4.000 millones.

Con las firmas del abogado Ricardo Monner Sans y del ex diputado Mario Cafiero, se presentará hoy en el fuero federal una nueva denuncia para que se investiguen los posibles delitos de "violación de los deberes de funcionario público y administración fraudulenta del patrimonio estatal" que se habrían cometido con el megaproyecto ferroviario.

Entre las autoridades que deberían brindar explicaciones si la Justicia le da curso a la demanda se encuentran el actual titular de de Planificación, Julio De Vido; el secretario de Transporte, Ricardo Jaime y los tres últimos responsables del Ministerio de Economía: Felisa Miceli, Miguel Peirano y Martín Losteau.

De acuerdo con los datos obtenidos por Clarín, la denuncia contra el tren de alta velocidad que unirá la Capital Federal con Rosario y Córdoba se basa en seis puntos críticos que rodean la licitación del polémico proyecto.

Según el planteo de Monner Sans y Cafiero, los ilícitos se encontrarían en:

  • Un doble engaño a la opinión pública para esconder el monto real de las obras, al referirlas a un hipotético "Valor Actual" y no a su "Valor Nominal", que es el que efectivamente costará la obra y será abonado a los contratistas. Tomando un informe oficial del CIMOP (Consejo Interprovincial de Ministros de Obras Públicas), el costo final de la obra sería de US$ 13.490 millones, muy lejos de los US$ 1.350 millones del "Valor Actual" y los casi US$ 4.000 millones que se aprobaron en la estructura financiera.

  • El incumplimiento de la ley de inversiones públicas por la ausencia de los estudios técnicos de factibilidad.

  • Una licitación pública que habría sido en realidad un acto ficticio para disimular la adjudicación directa al consorcio liderado por el grupo francés Alstom.

  • El cambio radical de la oferta seleccionada mediante la modificación del esquema financiero y el reemplazo del banco banco Natixis por el Societé Generalé.

  • La aprobación de una estructura de financiamiento sumamente ruinosa que simula un préstamo a 30 años, cuando en realidad el plazo de repago es sustancialmente menor. A eso se agrega un seguro encubierto contra un posible default del país que resulta ampliamente favorable al banco.

  • La ausencia de un análisis a fondo de los oferentes teniendo en cuenta los desfavorables antecedentes que arrastra a nivel mundial la empresa Alstom.

    "La falta de informes técnicos previos y la incongruencia de las cifras anunciadas nos hacen temer que en vez de un "salto a la modernidad", el tren bala sea un verdadero "asalto a las arcas públicas", advirtieron los denunciantes.

  • ¿Un curro presidencial...? Y vaaann...!

    Fuente: Clarín