Era un “profesional”, un rubro que quedó en la historia de un ciclo de chimentos que aparentemente este año buscaba otro rumbo. Un camino que, como casi todo en la tele, se acabó ante la falta de rating: Y así reaparecieronj Zulma Lobato y Silvia Suller. El resto es puro cuento.
Pero en ese ida y vuelta, sin tener poder de decisión y sin entender por qué le pidieron la renuncia, Angel de Brito perdió su trabajo. “No sé quién pidió mi cabeza“, dice el periodista especializado en espectáculos, “y todavía estoy en proceso judicial porque no cobré la indemnización correspondiente por mis ocho años de trabajo en Canal 9″.
De la relación con la conductora prefiere casi no hablar, “Viviana Canosa me llamó después de mi despido y me prometió cosas que nunca cumplió. Me decepcionó como compañera, no esperaba tanta frialdad”.
En cuanto a la evolución del programa, De Brito dice que “está producido por gente ignorante en cuanto al mecanismo del chimento. Empezó siendo un periodístico con contenido social, para poder emitirlo internacionalmente y posicionarla a ella como a una estrella, pero la gente no acompañó ese cambio, lo mismo ocurrio en el 2004″, explica el periodista que vivió ese proceso todavía trabajando en el programa.
“Al mes se eliminó ese contenido y tuvieron que volver a Lobato y los Suller, que no me parece mal: es buscar rating fácilemente, pero no hay que hacerlo con culpa, no hay que escupir para arriba. El tema es dónde quedo la preocupacion por Haiti y el hijo que iba a adoptar allí?”
Laubfal
