Wednesday, November 19, 2008

no los une el amor, sino el espanto (y la guita)

Ella tenía 42 años, él 56. Corría el año 2005 y se conocieron, se enamoraron y coemnzaron a convivir: la actriz dejó Buenos Aires para instalarse con quien calificaba como 'el amor de mi vida' a la imponente mansión 'Los Penitos', un verdadero paraíso en la tierra árida puntana.

En ese momento, cuando le preguntaban si ella creía que esa pasión arrebatadora duraría mucho tiempo, Goris se mostraba despreocupada. 'Bueno, uno nunca sabe. Pero lo cierto es que nunca me había sentido así. A pesar de todos los prejuicios con los que llegué a este lugar y a Alberto' confesaba.Es que en un principio, la actriz no comulgaba con el estilo de conducción casi feudal que prima en San Luis. En más de una oportunidad había recibido propuestas para participar de alguna actividad cultural en la provincia pero que sistemáticamente las había rechazado. “Para el gobierno de San Luis, no”, decía con la misma firmeza con la que se negaba a presentar en esa provincia sus proyectos de llevar al cine “Ni dios ni patrón ni marido” y “Agata Galiffi”, a pesar de que tanta gente se lo sugería. “Veía al gobierno de San Luis bajo sospecha como la mayor parte de la gente. Aunque mi único fundamento para eso era que asociaba al gobierno puntano con el menemismo, una idelogía con la que jamás comulgué. Pero ante la insistencia de sus amigos y colegas, un día pidió una entrevista con Rodriguez Saá para ver de qué se trataba eso de la Ley del Cine. “Y ahí me sorpendí al encontrarme con un gobernador que me habla de Neorealimo italiano, de la Nouvele Vaguel.

Sabía de cine, conocía mis proyectos y le interesaron los dos”. El resto ya es anécdota, y muy pronto Goris giró 180 grados su visión acerca del 'feudo' Rodríguez Saá. Enamorada hasta los huesos, tuvo idas y venidas con su pareja en los últimos tiempos y la más reciente fue hace 3 meses, en la que parecía que todo terminaba.En el medio, la dupla Goris-Rodríguez Saá se convirtió en una sociedad donde la actriz recibió importantes beneficios. La artista cuenta ahora con más de 20 hectáreas en Potrero de los funes, una de las localidades puntanas más bellas; una enorme casa en la capital provincial y dos departamentos en la ciudad de Buenos Aires.Pero eso no es todo: Esther ya 'fundió' un megarestaurant que le puso su novio y que tenía 300 metros cuadrados de extensión. Ya casi no viste nada que no sea de Armani (imaginémosla entre los cerros, impecable!) y, quizá lo más importante, es la que decide qué figuras participarán del Festival internacional de Cine de San Luis.
Un amor que da sus frutos, sin duda.

fuente: enterate antes

LA VERDAD ES QUE SON UN ESPANTO ESTOS DOS, EL QUE HABLABA CON LOS EXTRATERRESTRES, ELLA ,LA LOCA DE LOS SOMBREROS ,LISTA PARA IR AL MOYANO CON CHALECO EN CUALQUIER MOMENTO.
PERO LA MAGIA DEL AMOR (A LA PLATA )TODO LO PUEDE...