¿Qué harías por un dólar? Polémica por una fiesta sexual
En una tendencia que ya se había manifestado en distintos puntos del país, la realización de una “Fiesta del dólar” se transformó en motivo de polémica en la provincia de Mendoza.
¿En qué consiste” Se plantea, como ocurrió esta semana en Wish, de San Martín y Barraquero, de la capital provincial, a que las chicas responda a la consigna “¿Qué sos capaz de hacer para obtener un dólar?”.
Forma parte de una serie de fiestas temáticas, como la de la cerveza o el semáforo, que se hicieron tiempo atrás, que apunta a la desinhibición de las mujeres, desde el punto de vista sexual. Y encima, los dólares que les entregan, son réplicas.
Según contó el diario LOS ANDES, “la cuestión viene así: con la entrada, los varones recibieron billetes ficticios, los cuales sólo podían ser utilizados por las mujeres, a cambio de tragos en la barra. De este modo, los hombres tenían papelitos que solo cobraban valor en manos de ellas, dejando el asunto de la transacción al libre juego de la oferta y la demanda. Cuantos más tragos quisiera tomar una chica, más muchachos debían cederle sus dólares”.
“Lo que intentamos con este tipo de fiestas y shows alternativos es generar algo diferente a lo que se acostumbra en Mendoza. Sin ir más lejos, el domingo pasado hicimos la Fiesta del Semáforo, en donde cada color indicaba el grado de disponibilidad de cada persona. La onda es tranqui, pero con una consigna que le pone un agregado interesante”, contó Carlos Caram, organizador del evento.
Una vez terminado un espectáculo ad-hoc (que subió la temperatura del ambiente), se armó la fiesta. De ahí en más cada una utilizaría sus métodos para alzarse con un par de billetes. Por ejemplo, Yanina (23) comentó: “Yo ni de casualidad le doy un beso a un flaco por un trago. Estos dólares los conseguí porque varios amigos me los dieron de onda”. Por otro lado, Fernanda (20), canjeó su número telefónico en varias ocasiones para hacerse de unos billetines, aunque luego con picardía aclaró: “ Pobres pibes, les di cualquier número, menos el mío”.
Por su lado, un grupo de amigos, que cerca de las cinco de la mañana, todavía tenía un fuerte capital, coincidió: “La consigna está buena, pero acá cuesta mucho que las mujeres se prendan. Sigue siendo todo muy conservador”.
Si bien en la parte fáctica, la fiesta no presentó ningún desmán en cuanto al intercambio de muestras sexuales por billetes, el concepto en sí generó el alerta en muchos padres. “Me parece una barbaridad. Eso antes no podía ni pensarse. Si me entero de que mi hija va a una fiesta de ésas, la mato”, comentó Clara, quien tiene una hija de 22 años que va a bailar regularmente.
Lo cierto es que la práctica generó polémica en la provincia, ya que desde muchos sectores se lo comparó con prácticas vinculadas con con el inicio de acciones prostibularias.