No voy a escribir sobre la actualidad política del país porque no me gusta la extrema agresividad que desata este tema (Penélope,teléeeeeefonoooo) como tampoco me gusta la paranoia que despierta.
Aclaro que de todos los gobiernos que pasaron desde el '83 solo voté a De La Rúa (y a quién sino?) pero,como soy una ferviente defensora de las instituciones, me alegré de que por más antipático que fuese el gobernante peor sería que me lo impongan a fuerza de un taconeo de botas
Este país es joven y malparido.Parió con fórceps en 1810 y,desde entonces,sufrimos las secuelas.
Todas las veces en que hubo crisis saltó gente diciendo que esta es la peor crisis que hemos tenido,que se vayan todos,que patatín y que patatán porque este es el cuento del nunca acabar (no,no hay que ir a un sexólogo ¿o si? ).
Lo cierto es que yo la otra vez estaba bajoneada porque pensé que en marzo la presidenta iba a dar un vuelco en su gobierno e iba a diferenciarse profundamente de su marido (que,no lo neguemos,nos sacó de un pozo ciego) y del entorno de su marido, pero no,no fue así.
Lo comenté a un papá (no,un papito,no ¿o si? ) del cole y él,que es un gran remador pues tiene una PyME me dijo muy divertido-aquí nunca te aburrís porque siempre pasa algo.Estamos llenos de adrenalina.
Y sí,tiene razón ese papito (papá,quise decir) Argentina es una caja de sorpresas y creo que nos la regaló una señora muy linda y muy buena que se llama Pandora.
