Tuesday, January 8, 2008

Mariana de Melo habló de su accidente en Caras.

—¿En algún momento fue consciente de la gravedad de su estado?
—No supe lo que estaba pasando. No recuerdo el choque ni nada. Estuve en coma farmacológico durante siete días. Mi mamá y mi hermana dicen que les apretaba las manos, que se me caían las lágrimas, pero no recuerdo nada. Sé que en todo momento rezaban mucho por mi vida. Cuando desperté, pregunté por qué no podía caminar. Entonces, me enteré que la gente me enviaba cartas, rosarios, que hacían cadenas de oraciones por mi salud. Recibí más de veinte crucifijos. No sólo me siento querida por la gente, sino también por Dios. Está bueno ¿no? Siento que viví un gran milagro.

—¿Cómo fue ese despertar? ¿Sintió miedo?
—Cuando abrí los ojos, estaba sola. Enseguida vino mi hermanita Roxana. Me abrazaba y lloraba, entonces entendí que había estado muy grave. Pero nunca sentí nada. Tuve miedo de no poder caminar más. Pero Roxy me tranquilizó. Ella estaba de vacaciones acá cuando ocurrió el accidente y fue de inmediato a Pehuajó a buscarme. Se hizo cargo de todo. Es una ídola mi hermanita. De ahora en más ella va a manejar todas mis cosas: mi plata, mi carrera, mis contratos. Va a pagarme las cuotas de mi camioneta. Sé que no va a sacarme ni un peso. La amo. Es divina. ¿Viste qué linda es? Hoy se peinó lacio, y le queda bárbaro. En cambio, yo estoy pelada. Muchos me dicen que no me queda mal. Me gusta usar turbantes y me cuesta quedarme quieta. Aunque no estuviera del todo consciente, siempre tuve ganas de vivir. Sólo eso me importaba. Disculpá que hable bajito, pero estoy disfónica a causa del tubo del respirador artificial que me afectó la laringe.

SEGUIR LEYENDO

Solo se puede decir: Wow...increíble que esté viva...

Fuente: Revista Caras