El Jánuca es una de las festividades más importantes de la religión judía y se le conoce también como la fiesta de las luces, ya que se celebra alrededor de un candelabro de 8 brazos laterales y uno central.
Generalmente se celebra alrededor de los meses de noviembre o diciembre, pero puede variar, ya que se basa en el calendario judío y no en el calendario gregoriano que es el que usamos normalmente.
La celebración del Jánuca se realiza durante 8 días, en donde cada día se va encendiendo una de las velas del januquiá o candelabro ceremonial. Un vela extra se enciende también cada noche en diferente lugar, más alta o más baja que las demás. Esta vela recuerda la prohibición de utilizar las demás velas en algo que no sea la oración y la meditación sobre la historia del Jánuca.
La historia tras esta celebración viene desde el año 332 AC. Cuando el pueblo judío fue invadido y dominado por los griegos, quienes les prohibían seguir con sus tradiciones y costumbres. A pesar de ser una minoría, lograron vencer a los soldados griegos, después de su victoria fueron a orar al templo y descubrieron que sólo tenían aceite para mantener encendida la llama eterna por unas horas. Milagrosamente la llama se mantuvo encendida por 8 días, que era el tiempo requerido para poder prensar y producir más aceite de oliva.
Las rituales de Jánuca se repiten cada noche durante los 8 días, las familias se reúnen a orar, cada día encienden una vela, intercambian regalos y luego a cenan juntos, generalmente comidas fritas, levitot (tortas de papa) y sufganiot (bolitas de masa rellenas de mermelada).
Es tradicional en estas fiestas que los niños jueguen con una perinola tradicional judía.
Jag Januca Sameaj!!
Amo estas fiestas, hacen que me sienta un poco más cerca de mi papá, aunque ya no lo tenga junto a mí.