Mientras el periodista y su familia dormían, un grupo de delincuentes ingresó a su domicilio y lo despertaron por medio de un frío cañón de pistola sobre su frente. Obrando con Sospechosa "profesionalidad", los delincuentes llevaban guantes de cuero y en todo momento se comportaron organizadamente, al mejor estilo "comando".
Luego del mal momento vivido por la familia Gelblung y sin llegar a sustraer cosas de mayor valor, los delincuentes se dieron a la fuga.
En su programa de radio, Chiche Gelblung insinuó que la zona parecía estar liberada por la policía, ya que habiéndose comunicado en varias oportunidades con el promovidísimo 911, ningún patrullero se acercó a su domicilio a pesar de las insistentes llamadas a ese servicio.
"Este es un mensaje claro para el periodismo", dijo el conductor en su programa, aludiendo particularmente al gobierno.
Fuente: Primiciasya
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