Hasta la fecha, la protagonista de "Shakespeare in love" ha sido fiel a la denominada dieta macrobiótica, que consiste en eliminar el consumo de carnes, leche y todo tipo de alimentos de origen animal, centrándose en cereales, verduras, sopas y pescados.
Al mantener este tipo de alimentación se había proclamado como el ejemplo de vida sana, sin embargo, tras sufrir una fractura en una pierna los médicos descubrieron que tenía niveles muy bajos de vitamina D.
Uno de los remedios que le recomendaron fue “pasar tiempo bajo el sol”, tal y como ella misma escribió en su blog, ya que los rayos ultravioletas activan una clase de colecterol presente en la piel y lo transforman en vitamina D.
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