En el partido que jugaron en el Lawn Tenis de Buenos Aires, David Nalbandian y el italiano "Potito" Storace, estaba presente Diego Maradona.
El napolitano, hincha fanático del Nápoles, equipo en el que jugara Diego en la década del 80, era un ferviente admirador del ídolo y su intención era conocerlo y saludarlo al término del partido. Grande fue su sorpresa cuando vio a un Diego desorbitado, insultándolo a los gritos durante todo el encuentro, al punto tal que el italiano totalmente descentrado, se dirigió al árbitro para pedirle: "O lo callas a Diego o le doy con la raqueta en los dientes".
Entre los insultos de Maradona, el más bochornoso fue el de gritarle "putito", reiteradas veces y en italiano (en franca alusión a su apodo).
Cuando terminó el encuentro, Maradona entró a los vestuarios, pero "Potito" ya se había retirado disgustado y diciendo: "me hizo perder la cabeza" (también perdió el partido).
Una situación similar ya había pasado con Robin Soderling en Copa Davis, donde Maradona había tenido el mismo comportamiento.
Mi pregunta es: ¿Se le sigue perdonando todo a Diego? ¿Si hubiera sido otro el que hiciera semejante papelón, se le hubiera permitido continuar estando entre el público?
Fuente y foto: Minuto Uno
