Cacho Rubio, su padre, aún no sabe qué haría si se lo encontrara..
Entre otras cosas, contó que cuando iban a la casa de la suegra, ella debía pagar lo que comían tanto ella como su hijo.
Polino contó que el hijo de Alejandra quería hablar pero no se lo permitieron, por supuesto.
Cacho Rubio se siente impotente al no poder hacer nada y depender de la justicia. Más allá de haberle prometido a Alejandra y a su hijo que no haría nada, está en una posición por demás complicada.